venciendo el desanimo
El desánimo es uno de los muchos síntomas asociados con los problemas. A menudo nos desanimamos porque hemos elevado nuestras expectativas a la altura de lo que los demás esperan, en vez de lo que Dios espera de nosotros.
Muchos sufrimos por tener expectativas no realistas de lo que Dios nos ha prometido (vea Santiago 1:2). Las finanzas son una causa común de caer en el desánimo. Nos presionamos a nosotros mismos para obtener el “éxito” como testimonio de las bendiciones del Señor en nuestras vidas. ¡Hasta hay algunos que creen que el fracaso en la obtención de éxito debe representar un fracaso espiritual!
¡Qué filosofía tan frustrante el pensar que los cristianos nunca deben tener problemas, o pensar que cuando tenemos problemas es porque Dios nos está castigando! Pablo era un hombre de Dios a quien el Señor constantemente estaba presentándole nuevos desafíos y problemas (vea 2 Corintios 11:23-28). Sin embargo, su actitud y su constante enfoque en Dios siempre lo llevó a triunfar en Cristo.
Quisiéramos recomendarle que lea la porción titulada “El poder de la voluntad” (páginas
Queremos animarle a aceptar la paz que Jesús ofrece y conocer que El es más grande que cualquier problema que pueda tener en esta vida. Recuerde que “Dios más uno, siempre es mayoría". “La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni tengan miedo.” (Juan 14:27
No hay comentarios:
Publicar un comentario